viernes, 13 de abril de 2012

Entre el ser y el haber sido...


La vida que tú viste... ¿cuántos otros la quisieron?
La vida que tuviste... ¿cuántos otros la miraron?

La vida es un camino,  un destino que debemos saber valorar. En el transcurso de ésta aunque, ¿quién se atreve a señalar ese punto exacto sin todavía haber llegado aún al final de la travesía?, es que comienzas a darte cuenta que aún no has vivido.

Justo en mitad de la nada, empiezas a apreciar todo lo que has descuidado y todo lo que no te has detenido a recoger. Todo lo que has ignorado y todo lo que no te has atrevido admitir. Justo en mitad del camino, comienzas a cuestionarte si has estado avanzado en una dirección o moviéndote en círculos, espirales y saltos de malabarista.

La vida es Bella, pero sólo cuando se aprende a enfrentarla es que se puede sentir la satisfacción de la superación. La vida es Bestia, para poder obtener recompensa hay que esforzarse y dependiendo el grado de bienestar que quieras será el precio a pagar.

La vida es como el vino, hay que probarla a cortos sorbos y aprender a saborearla para valorar la calidad de sus matices. Hay que agradecer, desde las oportunidades mínimas de la vida, hasta las más significativas. Apreciar el grado de podredumbre no es cosa fácil... hay que adaptar el gusto y el estómago para evitar vomitar.


-Melanie S. Rivera (Lani)